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¿Cómo se realiza la cosecha de la legumbre?

Las leguminosas son plantas valoradas no solo por su alto contenido en proteínas, fibra y micronutrientes, sino también por sus beneficios para el suelo, ya que tienen la capacidad de fijar nitrógeno gracias a una simbiosis con bacterias del suelo.

El ciclo de cosecha depende de factores climáticos y del tipo de legumbre cultivada, y generalmente se realiza cuando las plantas han alcanzado su madurez y las semillas están secas. La cosecha oportuna es crucial para asegurar la calidad del producto y maximizar el rendimiento agrícola. Además, la forma en que se realiza la recolección, ya sea manual o mecánica, puede influir en la eficiencia y en la conservación de los cultivos.

La cosecha de un cultivo de legumbres de temporada fría se realiza con una única pasada utilizando una cosechadora, que corta la planta desde la base, separa las semillas del follaje, dispersa los restos por el terreno y transporta el producto obtenido a un contenedor de almacenamiento mediante un camión.

Este proceso debe planificarse con cuidado, ya que utilizar la cosechadora antes de tiempo puede llevar a obtener un cultivo inmaduro y poco desarrollado. Por otro lado, si la cosecha se realiza demasiado tarde, el exceso de sequedad puede ocasionar la pérdida de los cultivos al romperse las vainas antes o durante la recolección.

Cosecha de cada legumbre

Una buena siembra de lentejas se realizaría a partir del 15 de enero y no más allá del 15 de marzo, siendo la época de recolección en julio.

Aunque el garbanzo es una legumbre de otoño e invierno, cuanto más alejado se haga de los meses de frío, menos abundante será la cosecha.

En cuanto a los guisantes, son ideales para ser plantados en febrero o marzo. Se trata de una legumbre de rápido crecimiento que requiere de una preparación previa del terreno para que la tierra no esté suelta y no tenga piedras ni malas hierbas.

La época ideal para plantar judías comienza en abril, pero en las zonas de un clima más suave se puede adelantar la cosecha al mes de febrero.

La siembra de las alubias se realiza durante los meses de mayo y junio, siendo su época de recolección los meses de septiembre y octubre.

Humedad del material cosechado

El momento más adecuado para realizar la cosecha es aquel en el que el nivel de humedad sea apropiado para su almacenamiento. Si se recoge el producto antes de tiempo, existe el riesgo de que tenga un contenido de humedad demasiado elevado, lo cual puede ocasionar su deterioro.

La cosecha generalmente se realiza cuando el producto aún no ha madurado completamente para ser desgranado, pero sí ha alcanzado un nivel de sequedad que permite su almacenamiento sin riesgo de deterioro. Ningún producto se guarda con más del 15% de humedad. El nivel ideal para un cultivo cosechado es del 12% o menos.

Almacenamiento

Después de trillarlas, es fundamental almacenar las semillas de legumbres cuidadosamente antes de enviarlas a la planta de procesamiento. Un calor elevado puede ocasionar decoloración, mientras que un exceso de humedad puede generar problemas de moho y hongos.

Mantener las instalaciones limpias y resguardadas, así como realizar aireaciones regulares al trasladar las semillas de un contenedor a otro, contribuye a prevenir infestaciones y daños causados por plagas tras la cosecha.

Si se eligen correctamente, las legumbres pueden ser almacenadas de manera segura durante extensos periodos de tiempo sin sufrir deterioro, lo que permite a los consumidores adquirirlas a granel.

En el caso de los guisantes secos, el gorgojo del guisante puede manifestarse durante el almacenamiento posterior a la cosecha, resultando en semillas dañadas que deben ser separadas durante el procesamiento. El control del gorgojo del guisante es más efectivo en el campo durante la temporada de crecimiento, lo que contribuye a evitar costes adicionales en el procesamiento. Por lo general, todos los guisantes se conservan el tiempo suficiente para que las larvas del gorgojo del guisante emergen antes de ser procesados.

Los guisantes pueden conservarse sin inconvenientes con un 15% de humedad, mientras que los garbanzos y las lentejas pueden mantenerse con un 14%. Si la humedad excede estos niveles, a menudo se recurre a secadores de granos, aunque es fundamental emplearlos con precaución para no dañar mecánica ni térmicamente los cultivos.

Durante las semanas iniciales de almacenamiento, se monitorea la humedad varias veces para asegurar niveles óptimos y evitar que las semillas se condensen. Se implementa aireación para enfriar y secar las semillas, así como para prevenir problemas durante su almacenamiento.

Una parte importante de la cosecha de garbanzos se conserva durante un breve periodo antes de ser enviada al procesador. Después de la recolección, la cáscara externa de las semillas de garbanzo suele tener un contenido de humedad inferior al del interior de la semilla. Sin embargo, si se mantienen en el contenedor de almacenamiento, el nivel de humedad puede igualarse (un proceso conocido como templado o sudoración), lo que provoca un aumento en la humedad general.

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