Con motivo del Día Mundial de las Legumbres, que se celebra el 10 de febrero, la Asociación de Legumbristas de España (ALE) reclama a las administraciones el apoyo “firme” a unos cultivos beneficiosos para la salud de las personas, que mejoran el suelo agrícola “y que suponen un aliado frente al cambio climático”
Madrid, 9 de febrero de 2024. La Asociación de Legumbristas de España nació en 1977 al calor de la evolución del cultivo, que veía reconfigurarse el mapa de producciones y que empezaba a dar señales de decaimiento entre las preferencias del público. Hoy el objetivo es recuperar los niveles de consumo recomendados por la OMS.
La tendencia es a ir mejorando las cifras de consumo, pero de forma muy lenta. “Estamos dentro de una tendencia hacia los nuevos productos demandados por el mercado, como las harinas de legumbre, la obtención de proteínas de origen vegetal… son novedades que están en la base de ciertas innovaciones, como la elaboración de hamburguesas para veganos. Se trata de novedades que están muy bien, pero que dan la razón a quienes defendemos que vale la pena mirar un poco hacia atrás y no olvidar la cocina de nuestros abuelos, que estaba muy bien sustentada y que daba importancia a los platos de cuchara”, señala Antonio Caballero, presidente de la Asociación de Legumbristas de España (ALE).
“Las legumbres son alimentos para tiempos de crisis. Recuerdo que en casa de mis padres se guardaba un saco de lentejas y comíamos de ellas durante cinco años; estaban como el primer día”, subraya.
Médicos y nutricionistas coinciden con esa visión de la legumbre como fuente saludable de nutrientes, baja en colesterol y muy saciante.
Acelerar la tendencia
¿Se conseguirá mejorar las cifras de consumo? Para Antonio Caballero “es cuestión de tiempo y de hacer bien las cosas. No podemos perder de vista que la legumbre representa una opción saludable, al mismo tiempo que ofrece fórmulas muy adecuadas para el día a día de nuestros hogares: son económicas y suponen un gran aliado en la gestión del tiempo. Por ejemplo, a poco hábiles que seamos en la cocina podemos elaborar un guiso en los veinte minutos que tardamos en desayunar”.
“En tan poco tiempo podemos ver resuelta la comida de varios días; por ejemplo haciendo un puré o mezclando esa legumbre con arroz, una combinación muy sencilla y que nos aportará todos los nutrientes que necesita nuestro organismo”, recalca.
También recuerda que la UE impulsa las leguminosas “porque favorecen la salud de los suelos agrícolas, requieren menos uso de fitosanitarios y, por supuesto, menos fertilizantes. Son una gran opción para la rotación de cultivos y, por cierto, el agricultor ve en ellas un aliado en tiempos de cambio climático porque son plantas de gran rusticidad, poco demandantes de agua”.
Son decisiones que se han notado en las superficies de siembra. Según el avance ofrecido por el Ministerio de Agricultura en octubre de 2023, la alubia (o judía) creció el 11,8% respecto a 2022. La lenteja creció el 3% y el garbanzo vio incrementada su superficie nada menos que en un 80,1%.
¿Tiene sentido celebrar el Día Mundial de las Legumbres?
Para Antonio Caballero, desde el punto de vista del medio ambiente se trata de cultivos muy beneficiosos, “entre otras cosas por su conocida capacidad para fijar en el suelo nitrógeno del aire”.
“Pero es que además son producciones de carácter social, que se consumen en abundancia en los llamados países en vías de desarrollo; son cultivos muy fáciles de sacar adelante y, por tanto, permiten alimentar a gran parte de la población. Asimismo, son alimentos muy fáciles de transportar y de conservar. Solo hay que tener en cuenta que, cuando se produce una situación de emergencia en algún punto del mundo, los alimentos que más llegan son el arroz y las legumbres”, remacha.