Cuidar tu salud a la hora de sentarte a la mesa no tiene sólo que ver con elegir platillos y porciones. Es necesario ir más a fondo y pensar en los componentes y en la forma en que se obtienen. La comida orgánica, por ejemplo, se crea utilizando todo tipo de ingredientes (desde carnes varias pasando lácteos hasta llegar a vegetales y condimentos como las especias y las hierbas aromáticas) que se producen en ambientes naturales, siempre libres de pesticidas, hormonas de crecimiento y aguas para riego o consumo de procedencia dudosa que planteen el riesgo de añadir virus, baterías o residuos químicos tóxicos a los alimentos. Pero los alimentos orgánicos son mucho más que eso y, por supuesto, más que una una moda adquirida por estrellas de cine y fanáticos de la salud. Te invitamos a ahondar un poco en el asunto.
Un respiro para el planeta
Los alimentos de procedencia orgánica son altamente sustentables, de manera, que benefician al planeta a corto y mediano plazo. De acuerdo con el prestigioso diario mexicano El Universal, los cultivos de vegetales que siguen esta tendencia apoyan en el combate al cambio climático pues, durante su vida activa absorben grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera y las hacen volver a la tierra. Debido a que no utilizan pesticidas, herbicidas ni fórmulas de crecimiento rápido, las emisiones tóxicas que generan son prácticamente nulas.
Más en tu bolsillo…y tu mesa
Los cultivos y la crianza de animales para consumo que siguen este método le brindan un empujoncito a nuestra economía. Esto es posible gracias a que la producción es menos costosa pero a la vez más rendidora en el mercado. De esta manera se puede generar más alimentos para nutrir a más gente con eficacia y poco dinero.
Salud y disfrute sin complicaciones
La comida orgánica se prepara con ingredientes de mejor apariencia y sabor, así que cada opción es intensa y muy disfrutable en el paladar aún sin sazonadores artificiales añadidos, que no son más que colorantes y saborizantes químicos. Además, como no recargará tu organismo de hormonas que modifican el comportamiento de las glándulas, reduce tu riesgo de desarrollar algunos de los padecimientos crónicos que más afectan y preocupan a la población en este momento como son la diabetes y el cáncer.