Comer legumbres en primavera puede parecerte una idea un tanto extraña si te atienes a la forma tradicional de prepararlas, es decir en guiso. Con el termómetro marcando temperaturas un poco más altas la idea de consumir alimentos muy calientes pierde su atractivo, pero hay muchas otras maneras de consumirlas y no hacer del calor una excusa para privarte de sus nutrientes en esta época.
Comer legumbres para iniciar un nuevo ciclo
La primavera es una época de renovación, en la que las especies animales salen del letargo invernal y las plantas vuelven a echar hojas. Es verdad que el agitado ritmo de vida actual hace que tratemos de obviar estos ciclos, pero el organismo ha tenido poco tiempo de adaptarse a ello y en el fondo de nuestra naturaleza agradece cuando atendemos el llamado del reloj biológico.
Muchas de sus propiedades hacen aconsejable comer legumbres para marcar esta renovación, y también para suministrarle a tu cuerpo la energía que requiere ahora que los días son más largos y quizá te apetezca hacer algo después de la jornada de trabajo o de estudio. La gran cantidad de fibra que poseen te ayudará a limpiar tu tracto digestivo, sobre todo si las consumes como parte de un menú vegetariano. Para lograr obtener un buen balance de proteínas se deben mezclar con cereales.
Ayudan a controlar el peso
Contrario a la creencia popular de que engordan, la propiedad que poseen de liberar poco a poco la glucosa en el organismo las convierte en un alimento que genera sensación de saciedad y pocas ganas de picotear entre comidas, lo que te ayuda en caso de que estés en operación bikini.
Esto, claro está, si se consumen de forma saludable, pues al comer legumbres en preparaciones tradicionales que incorporan productos provenientes de la matanza del cerdo se vuelven platos poco digeribles y llenos de grasas.
Formas frescas de comer legumbres
Una forma fresca de comer legumbres es incorporarlas en ensaladas frías, para lo que las lentejas y los garbanzos se prestan de maravilla. Otra opción es hacer croquetas de lentejas, las cuales se pueden consumir frías, y también existen recetas de cremas de lentejas, guisantes y garbanzos que pueden consumirse frías o templadas. Las legumbres de esta temporada son sobre todo los guisantes y las habas, que cuando están tiernas pueden consumirse crudas.