Legumbres en la Historia (II): Lentejas en el Egipto faraónico

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En la historia de las legumbres secas, la civilización egipcia marca un hito, especialmente por el cultivo extensivo y esmerado de las lentejas, las cuales, ocuparon un lugar primordial en su dieta.

Egipto constituyó un foco de expansión de esta legumbre a los territorios vecinos, lo que hizo que los romanos la consideraran como un alimento típico de la zona. Se han encontrado manifestaciones de su uso en el valle del Nilo anteriores a 7000 años.

Por aquel entonces, en el mesolítico, muy al sur de Egipto, vivían cazadores, pescadores, y recolectores que no parece que conociesen la agricultura. Sin embargo, sus sucesores del neolítico se extendieron muy rápidamente hacia el norte, hasta la frontera de Egipto explorando una nueva forma de cultura llamada Nagada. Esta cultura se transformó con rapidez y dio lugar a una civilización homogénea que en el transcurso de unos 1.000 años desembocó la civilización faraónica. Esta civilización se caracterizaba por habitar en pequeños poblados de cabañas de barro y cañas en los que se pastoreaba y practicaba la agricultura como forma de vida, cultivando trigo, cebada sorgo y lino; habas, guisantes y lentejas. Esta civilización no fue capaz de praticar la agrilcultura durante el transcurso de todo un año hasta que diseñaron el sistema de dominio de la crecida del Nilo. Mientras, se dedicaron al perfeccionamiento de técnicas artesanales del tejido del lino y de la cestería, adquiriendo una maestría en el tallado de la piedra y técnicas de alfarería.

Para los egipcios, el dios Osiris fue considerado como el fecundador del suelo, el padre de la agricultura e invención del arado, aquel que enseñó a los hombres a labrar la tierra y a recolectar el trigo y la cebada. Las leguminosas secas, entre las que se han encontrado lentejas y garbanzos, eran consideradas como un elemento importante de la alimentación egipcia. Estas se cultivaban en huertos, mientras que los campos, se reservaban para la producción de cereales y plantas industriales. Estos huertos, estaban divididos en cuadrículas o bandas, dispuestos en proximidad del agua para los riegos.

La lenteja era un alimento de uso común. Se han llegado a encontrar semillas en tumbas de la XII dinastía que se remonta a unos 2200 años antes de nuestra era. Entre las ofrendas funerarias se han descubierto una especie de pasteles hechos con lentejas hervidas. Incluso, en el Museo del Louvre apareció una semilla de lenteja mezclada con dos fragmentos de un fruto de enebro; y en un fresco de la época de Ramsés III se observa agachado ante una marmita, un sirviente cociendo lentejas junto a dos recipientes llenos de esta legumbre.

Estrabón, geógrafo griego, cita que los habitantes de Menfis veían en los restos de forma lenticular de las piedras empleadas en la construcción de esta ciudad, los residuos de la comida con la que se habían alimentado los obreros de las pirámides. Este recuerdo conservado por la tradición, confirma el antiguo uso de las lentejas en la alimentación de los habitantes de esta comarca. En la época de Ptolomeo parece que se extendió su cultivo por el Delta, el nombre de la ciudad de Fakusa, del griego Fakos, lenteja, parece ser consecuencia de ello.

Lejos de disminuir el cultivo de las lentejas, este se incrementó con el tiempo, lo que se confirma en la época greco-romana ya que en el navío que transportó a Roma el obelisco de Calígula llevaba como lastre 800 toneladas de lentejas.

Esta leguminosa en especial la de Pelusa, alcanzó tanta popularidad que fueron renombradas gracias a su buena calidad más allá de las fronteras de Egipto. Como ejemplo de ello, en los epigramas de Marcial se lee ‘’Recibe esas lentejas del Nilo presente de Pelusa. Son más baratas que el hervido de cebada, pero más caras que las habas’’.

En cuanto al resto de legumbres, no se conoce el uso que los egipcios de la época faraónica pudieron hacer de ellas. No obstante, se puede afirmar que los garbanzos eran conocidos desde época remota, ya que se han encontrado sus semillas en la necrópolis de Hawara, la cual, data del primer siglo de nuestra era.

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