El consumo regular de legumbres ha demostrado tener un impacto positivo en la prevención de factores de riesgo en un amplio rango de enfermedades no transmisibles.
Como indica la FAO en frecuentes referencias, su consumo es una parte habitual y beneficiosa de la dieta humana y tiene efectos notablemente beneficiosos para la salud. Ricas en nutrientes, vitaminas y minerales, este alimento es un excelente antioxidante que contrarresta el envejecimiento natural, presenta una cantidad apreciable de aminoácidos esenciales, junto con una gran cantidad de hierro, proteínas, potasio, magnesio y zinc. También presentan alto contenido en vitaminas del grupo B; incluyendo folato, tiamina o niacina y son generosas en carbohidratos complejos y fibra, lo que propicia una liberación lenta y gradual de energía, genera sensaciones de saciedad y contribuye a estabilizar los niveles de glucemia, convirtiéndose así en la opción ideal para personas que padecen de diabetes, dado que mejora su resistencia a la insulina permitiéndoles controlar el peso.
Existe un error frecuente en asociar las legumbres como un ‘’mal alimento’’ en las dietas de adelgazamiento debido a su alto nivel calórico. Un estudio publicado por el British Journal of Nutrition, fue llevado a cabo para evaluar la relación del envejecimiento poco saludable en adultos de mayor edad con el consumo de legumbres y sus respectivas ‘’recetas tradicionales’’. La edad media fue de 68.7 años con un 53.1% de mujeres. Entre los participantes el 78.8% informó de una ingesta media de 57.9 gr/día. Finalmente, los modelos de regresión lineal no mostraron una asociación entre el consumo total de legumbres y el índice de antioxidantes dietéticos. Según los resultados obtenidos, el consumo de legumbres y recetas tradicionales no se asocia con un envejecimiento insano y puede formar parte de una dieta saludable en la vejez. (Fuente: Are legume based recipes an appropriate source of nutrients for healthyageing? A prospective cohort study).
De acuerdo con numerosas investigaciones, en esta área, se ha descubierto que aquellos individuos que comen legumbres alrededor de 4 veces a la semana presentan un 14% menos de posibilidades de sufrir un ataque al corazón. Además de que también puede regular la presión arterial aportando beneficios tanto a aquellos con una elevada presión sanguínea como para aquellos con una presión arterial dentro de los niveles normales.
La diversidad de fibras que se encuentra en las legumbres, proporciona una gran fuente de combustible para el crecimiento de bacterias beneficiosas como las bifidobacterias y los lactobacilos. Esto puede traducirse en mejoras en la función de barrera intestinal proporcionando una mayor defensa contra los invasores dañinos. Un intestino sano significa una mejora de la inmunidad y una mayor regularidad de las evacuaciones intestinales. (Fuente: Love your legumes, Tim Crowe)
Gracias a todos estos factores las legumbres son consideradas como un ‘’Súperalimento’’, que participa en multitud de recetas de alta calidad gastronómica sin la necesidad de gastar grandes cantidades de dinero y que, sin duda, serán un factor beneficioso en tu salud.